Alcanzar la mejor relación calidad-precio y exigir el cumplimiento de lo acordado debe ser el norte de toda licitación y el fin de los poderes adjudicadores.

Nota de prensa, 22  de marzo de 2022-. En los próximos seis años, la inversión prevista destinada al agua asciende a más de 24.000 millones de euros, que será necesario gastar hasta 2026. Una cifra que permitirá recuperar el stock de capital público hidráulico, tan denostado a causa de la sequía inversora padecida desde 2008, y beneficiará a los ciudadanos y al medio ambiente.

ASAGUA celebra este nuevo ciclo inversor y recuerda que para que llegue a buen término es imprescindible la reforma administrativa que contemplan los Fondos de NEXT GENERATION para acortar los plazos de las licitaciones. Considera preciso ejecutar las actuaciones necesarias y llevarlas a cabo en ausencia de intereses partidistas para lograr infraestructuras que respondan bien a las necesidades sociales y evitar el despilfarro. 

Por una inversión sostenida y sostenible

El Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) en materia de agua alcanzará los 1.700 millones de euros, inversión a la que suma el tercer ciclo de la planificación hidrológica -2022-2027- a punto de aprobarse, que prevé que las inversiones de todas las administraciones hidráulicas alcancen los 20.000 M €. Además, los Presupuestos Generales del Estado de 2022  destinan al agua 443,9 M € y el PERTE del Agua anuncia inversión de 1.600 M provenientes de los FRTR, más otros 1.020 M de otros fondos.

La Asociación Española de Empresas de Tecnologías del Agua aboga por una planificación objetiva, de base técnico-científica, que permita una inversión sostenible y sostenida en el tiempo. Para ASAGUA, alcanzar la mejor relación calidad-precio y exigir el cumplimiento estricto de lo acodado debe ser el norte de toda licitación y por tanto el fin al que han de tender los poderes adjudicadores. Alcanzarlo impone la necesidad de dotar bien y con expertos preparados los servicios técnicos del poder adjudicador y agilizar el proceso administrativo, ya que a la antigüedad del proyecto se suman los meses que dura la licitación.

La escasez de licitaciones y su reparto irregular en el tiempo han motivado bajas exorbitantes de difícil o imposible justificación. ASAGUA espera que con el nuevo ciclo inversor las empresas refuercen su músculo financiero, tan necesario en el caso de las PYMES y tal como requiere Europa, y recuerda que el éxito de esta inversión está en que los poderes públicos den una solución inmediata al incremento excepcional del precio de las materias primas, que está teniendo secuelas graves para el sector como la paralización y rescisión de contratos y licitaciones desiertas; situaciones todas ellas perjudiciales para los intereses públicos.

Si se cumplen las inversiones que contemplan estos planes estaremos más cerca de alcanzar los aproximadamente 25.000 M € que necesita el ciclo urbano del agua para ponerse al día; eso sí, incrementando las dotaciones presupuestarias para situarlas en los niveles anteriores a 2008 y desarrollando la colaboración público-privada.